salud visual

Alimentación y salud visual.
Existe una estrecha relación entre una dieta equilibrada y una buena salud visual. Nuestros ojos envejecen igual que nuestro cuerpo, y una dieta sana y equilibrada nos ayuda a prevenir y reducir el riesgo de padecer patologías oculares.
Una dieta rica en vitaminas, ácidos grasos, oligoelementos minerales, y sustancias carotenoides y flavonoides, reduce y previene el riesgo de padecer ojo seco o fotofobia, y a largo plazo, enfermedades oculares como cataratas, glaucoma o degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Ergonomía visual.
Cuando hablamos de ergonomía visual nos referimos a la adecuación del entorno de trabajo, con el fin de conseguir las condiciones ideales para mejorar el confort de nuestros ojos, optimizar su rendimiento y evitar la fatiga visual.
Una ergonomía visual deficiente puede contribuir a la aparición de síntomas como: dolores musculares, enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, sequedad ocular, picor, migrañas o lagrimeo, especialmente al realizar tareas que comporten una cierta exigencia visual como la lectura o la escritura, o el uso de pantallas o dispositivos digitales.

Protección solar.
De la radiación que nos llega del Sol, la ultravioleta (UV) es la más perjudicial para nuestra salud visual. Una sobreexposición a los rayos UV puede provocarnos quemaduras en la piel, córnea, conjuntiva, fotoqueratitis y a largo plazo favorecer el desarrollo de cataratas, pterigium, el envejecimiento de la retina o la aparición de DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad).
¿Qué tipo de lentes debemos elegir para proteger nuestros ojos?

Visión infantil.
La visión es la capacidad que tiene el ser humano para procesar y comprender la información de su entorno. Al nacer es nuestro sentido menos desarrollado y, aunque su evolución es muy rápida en las primeras semanas de vida, el desarrollo de las capacidades visuales no concluye hasta los 6 o 7 años, alcanzando su madurez alrededor de los 12 años.
Esta madurez visual va ligada al resto del desarrollo motriz y neuronal, y está totalmente relacionada con el aprendizaje. Hasta los 12 años, el 80% del desarrollo socioeducativo tiene lugar a través de los ojos, por lo que una buena visión es fundamental en el proceso de aprendizaje. En muchas ocasiones, un problema de aprendizaje enmascara un problema visual, de hecho, 1 de cada 3 casos de fracaso escolar tiene su origen en un problema de visión.