servicios

Contactología clínica.
La contactología clínica avanzada se encarga de la adaptación de lentes de contacto de manera personalizada.
Cada paciente tiene unas características y estilo de vida particular que demandan un rendimiento específico de las lentes para cada momento y horas de uso. Escoger la lente más adecuada es clave para una adaptación exitosa.
La contactología clínica engloba adaptaciones de lentes de contacto para presbicia, paciente infantil, orto-k y en corneas especiales como queratocono, ectasia o queratoplastia post cirugía

Orto-K / Ortoqueratología / Control de la miopía.
Corrige tu miopía mientras duermes.
La Ortoqueratología es una técnica 100% segura y reversible, que permite el control de la miopía mientras duermes y sin cirugía.
La ortoqueratología u Orto-K es un procedimiento clínico para reducir la miopía a través de la adaptación programada de lentes de contacto correctoras de diseño especial que se aplican para dormir. Estas lentes moldean la córnea durante el sueño, y permiten al usuario disfrutar de una visión nítida durante el día sin necesidad de usar gafas ni lentillas. Es una técnica no invasiva para corregir defectos refractivos, que resulta muy efectiva para controlar y corregir la miopía y el astigmatismo.
Es una alternativa eficaz a la cirugía refractiva y son ideales para edades tempranas, ya que ayudan a retrasar el aumento de la miopía durante la etapa de crecimiento permitiendo también la práctica de deporte. Todo de forma totalmente segura y sin necesidad de cirugía. El paciente cuenta con un seguimiento personalizado de su caso por parte de un óptico-optometrista especializado en ortoqueratología nocturna.
Topografía.
La topografía nos permite, a través de un mapa corneal, conocer con detalle la superficie anterior de la córnea, al tiempo que nos permite detectar anomalías corneales, de esta manera podemos realizar una adaptación de las lentes de contacto totalmente personalizada.
Retinografía.
A través de la a retinografía obtenemos una imagen del polo posterior del globo ocular o fondo de ojo. El posterior estudio de estas imágenes nos permite la detección precoz de cualquier anomalía en la retina, ya sea para su valoración o posterior seguimiento.

Optometría comportamental.
La Optometría comportamental nos ayuda a comprender cómo utiliza el paciente su sistema visual en conjunto, para realizar un entrenamiento que mejore su rendimiento visual en diferentes ámbitos como el laboral, el académico o el deportivo. Evaluamos la forma en la que el paciente recibe y asimila la información visual, para conseguir mejores habilidades a través del entrenamiento de la vista, normas de higiene visual o compensaciones ópticas.
Estos son algunos de los campos donde se aplica:
- Deficiencias de atención.
- Dislexia o disfemias (tartamudez).
- Problemas acomodativos de la vista.
- Estrabismo.
- Ojo vago.
- Presbicia o vista cansada.
- Problemas refractivos.

Terapia visual.
Se trata de un conjunto de ejercicios indicados para mejorar o eliminar algunas de las disfunciones visuales más comunes.
Aunque tengamos una buena visión, existen disfunciones visuales que al cabo del día aparecen en síntomas como dolor de cabeza, picor o escozor de ojos. Así, además de una buena visión, necesitamos contar con una serie de habilidades visuales, como: capacidad de enfoque, motilidad o coordinación.
Mediante un completo examen binocular por nuestros especialistas en salud visual, se detecta cualquier disfunción visual del paciente.
A partir de este examen, el óptico-optometrista prescribe y dirige un programa de ejercicios visuales.
Entre otras muchas aplicaciones, lograremos mejorar el rendimiento escolar, laboral y deportivo, prevenir y controlar determinados tipos de miopía, tratar la ambliopía y algunas clases de estrabismos o mejorar la visión binocular en general.
La terapia visual está indicada tanto para niños como para adultos, sin límite de edad.

Baja visión.
La baja visión se diagnostica cuando existen limitaciones visuales que obstaculizan la realización de actividades laborales, escolares, académicas o de la vida cotidiana, aun utilizando los métodos ópticos convencionales. Las causas de la baja visión generalmente van asociadas a la edad. Pueden provenir de hipertensión, diabetes o patologías oculares como glaucoma, cataratas o DMAE, que provocan un deterioro de la visión y producen serias limitaciones en la funcionalidad visual.
Hablar de baja visión no es hablar de ceguera. Si una persona es capaz de distinguir formas, tiene posibilidades de rehabilitar su visión para desenvolverse mejor en su vida cotidiana. Existen diferentes soluciones profesionales para mejorar la vida de estos pacientes.

Visión y aprendizaje.
Los problemas de visión infantil pueden afectar directamente a las destrezas con las que los niños realizan diferentes tareas.
La visión y el aprendizaje están directamente relacionados, y en muchas ocasiones un problema de aprendizaje enmascara a un problema visual. Se calcula que hasta un tercio de los casos de fracaso escolar tiene su origen en un problema de visión.
El tratamiento que se sigue una vez diagnosticado el problema visual del paciente puede consistir en la prescripción de gafas apropiadas para el trabajo en visión próxima, o en la terapia para desarrollar las habilidades visuales. Una detección temprana es clave.
Tonometría.
Con la tonometría medimos la presión intraocular. Se trata de una prueba fundamental en la detección precoz del Glaucoma, una enfermedad que afecta al nervio óptico y que constituye una de las causas más importantes de ceguera.
Taller propio.
El trabajo artesano es parte fundamental de nuestro ADN, entendemos el cuidado, mantenimiento y reparación de tus gafas como parte integral del servicio que queremos ofrecer. Contamos con la tecnología más avanzada y las manos más expertas.